
Durante los más de 50 años de conflicto, era imposible el acceso a las zonas más profundas de la selva amazónica colombiana, por el control que ejercían las FARC en ella. Tras la firma de la paz, científicos del país pudieron explorar la región haciendo un increíble hallazgo: pinturas rupestres indígenas de más de 20.000 años de antigüedad.
Anacondas, jaguares y tortugas son algunos de los dibujos de la mitología indígena que se encuentran tallados en gigantescas rocas del Parque Natural Chiribiquete y de la serranía La Lindosa, en el departamento de Guaviare. Expertos del mundo afirman que se convierten en uno de los tesoros culturales más grandes de Colombia.
Las 7.000 pinturas de arte rupestre están hechas con pigmentos minerales, y su falta de materia orgánica impide tener certeza de la fecha en que datan. Pero se sabe que se consolidaron como lugares sagrados para las comunidades indígenas milenarias que se asentaron en la Amazonía y Orinoquía, y que retrataban en ellas su cotidianidad: prácticas de caza y pesca, rituales religiosos, relaciones sexuales y procesos de parto.
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