Graduada de la Universidad de Ofxord en 1972, Barton trabajó en el Hospital de Gosport, en el condado de Hampshire, entre 1988 y 2000, ydesde hacía décadas había sospechas por sus polémicas prácticas en la administración de opiodes.
De hecho, ya en 2009 y 2010 dos paneles investigaron la muerte de 21 pacientes a su cargo y concluyeron que había cometido "serias faltas profesionales", tras lo cual decidió jubilarse.
Pero una pesquisa más profunda iniciada en 2014 por el gobierno británico y terminada este mes, cuatro años después, concluyó que Barton había provocado la muerte de 456 personas debido a su mal uso de analgésicos, especialmente en pacientes de edad avanzada.
Otros 200 casos podrían engrosar la lista negra de la "Doctora Opio", como llegó a conocerse a esta médica generalista.
En total se estudiaron las muertes de 833 personas cuyos certificados de defunción fueron firmados por la médica.
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