AN MIGUEL LOS LOTES. - Un fuerte abrazo de su amigo fue su único consuelo. Con la mirada perdida en el horizonte, Henry López Colindres, de 23 años, recibió la noticia de que sus hijos Angelyn Waleska de 2 años y Didier, de 5, ambos de apellido Toma López, fueron encontrados sin vida en su vivienda de San Miguel Los Lotes, en Escuintla, tres días después de la erupción del Volcán de Fuego que ya ha dejado 85 muertos.
Desde el domingo, cuando ocurrió la tragedia, López Colindres participó en las labores de rescate junto a los cuerpos de socorro. Él mismo guió a los bomberos durante estos días y les indicó el lugar donde podía estar soterrada su casa, agarró una piocha y excavó hasta que finalmente, este miércoles, encontraron a sus hijos.
Los niños dormían en su vivienda al momento en que una correntada de material volcánica arrasó con todo a su paso. “Mis hijos se me fueron. Siempre los voy amar y jamás los olvidare”, relató el joven padre, mientras ayudaba a los bomberos con la camilla de metal que contenían los cuerpos de los menores.
Angelyn fue ubicada enterrada a unos dos metros de profundidad y fue reconocida por su ropa. El cadáver de su hermano estaba a muy corta distancia de la niña. Sus cuerpos tenían quemaduras debido a las altas temperaturas de la arena volcánica que soterró la casa construida de block.
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