Doce días después del suceso, Milo Sutcliffe se encuentra estable tras haber necesitado 26 dosis de antídoto. El vecino de Texas estaba trabajando en su jardín cuando se topó con una víbora de un metro de longitud. Milo agarró una pala y decapitó al animal con facilidad con un corte seco a la altura del cuello.
Pero luego cometió un error. Decidió recoger los restos sin protección, y cuando tenía la cabeza de la serpiente en la mano derecha, recibió una mordedura profunda y se quedó con los colmillos clavados en la mano derecha.
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